2001. UNA ODISEA EN EL ESPACIO   (1968)

(2001: A Space Odyssey)

Ficha técnica

Duración: 2:22:45

Director: Stanley Kubrick

Reparto: Keir Dullea: Doctor David Bowman, Gary Lockwood: Doctor Frank Poole, William Sylvester: Doctor Heywood Floyd, Daniel Richter: Observador de la Luna, Leonard Rossiter: Doctor Andrei Swyslov, Margaret Tyzack: Elena,  Robert Beatty: Doctor Ralph Halvorsen, Sean Sullivan: Doctor Bill Michaels

Guión: Stanley Kubrick, Arthur C. Clarke

Producción: Stanley Kubrick

Fotografía: Geoffrey Unsworth

Nacionalidad: Estados Unidos, Reino Unido

Metro-Goldwyn-Mayer

 

Un cuerpo geométrico adquiere la categoría de protagonista: un enigmático monolito negro testigo de la evolución humana. Es un prisma de base rectangular de dimensiones 1,  4  y  9, qué casualidad, los 3 primeros cuadrados perfectos, detalle que revela la procedencia inteligente del monolito ...

Sinopsis (Advertencia: Esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)

 

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  0:11:28 -  0:14:03    (ESCENA 1)

Primer Acto: El amanecer del hombre

Estamos situados 4 millones de años atrás, donde vemos la vida cotidiana de un grupo de primates en la sabana: ramonear en busca de alimento vegetal, ocasionalmente comen carroña de animales muertos pero conviven pacíficamente con ellos cuando están vivos, temen la oscuridad de la noche y a sus depredadores, descansan con sueño nervioso en el fondo de una cueva por sus temores y se disputan con otros grupos de primates la bebida de una charca o el espacio vital, pero sin llegar normalmente al contacto físico. En definitiva estamos en un planeta en el que no existe vida inteligente, aunque esta especie de primates puede disponer de factores que la propician, como una bipedestación ocasional, la funcionalidad de sus manos y pies para agarrar.

Un amanecer cualquiera, uno de los primates se despierta y encuentra un negro monolito, un perfecto bloque de varios metros de altura que provoca la alarma en el grupo y un primer momento de confusión y miedo, hasta que comprueban que es inerte y poco a poco pasan simplemente a ignorarlo.

 

Sin embargo, poco después comienzan a percibirse ciertos cambios en la conducta de los primates, cierto grado de conciencia sobre los recursos disponibles para sobrevivir, sobre el uso de sus manos y de otras herramientas como ramas y huesos, lo que les lleva, por ejemplo, a comenzar a defenderse de sus depredadores, a expulsar a otros grupos de primates de la charca, matando a sus rivales, cazando a otros animales para alimentarse y, por fin, a dormir con tranquilidad en la cueva. Quizás la escena más repetida de la película sea la "orgía de poder" del jefe del grupo, golpeando con un hueso una quijada de animal y "comprendiendo" el significado y consecuencias de su acto.

 

Este primer acto está acompañado en su mayor parte por la hipnótica composición "Así habló Zaratustra" de Richard Strauss.

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  0:14:03 -  0:20:02    (ESCENA 2)        Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... 0:22:01 -  0:22:42    (ESCENA 4)

Segundo Acto: TMA-1

En 1999 el Doctor Heywood Floyd viaja de la Tierra a la Luna, primero en un avión-cohete que lo eleva de la Tierra hasta una estación espacial en órbita y todavía en construcción. La maniobra de aproximación es una bella coreografía espacial con la música de "El Danubio Azul" de Johann Strauss (hijo). En la estación espacial la vida se hace en los anillos exteriores circulares, que poseen gravedad debido a la fuerza centrífuga de la rotación del conjunto, mientras que en la parte central, donde está el hangar para las naves, esta rotación no provoca gravedad. Durante su estancia el Dr. Floyd realiza una videoconferencia con su hija en la Tierra.

 

 

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... 0:53:19 -  0:53:19    (ESCENA 3)

Stanley Kubrick sí presto atención a os detalles como las leyes físicas básicas, en las que las condiciones de gravedad son diferentes. En muchas ocasiones los tripulantes deben reaprender a caminar y tienen incluso instrucciones para utilizar su baño con gravedad cero.

 

Tiene un encuentro con científicos de otros países, en el que le preguntan sobre la extraña epidemia declarada en la base estadounidense de Clavius, supuestamente provocada por algún tipo de enfermedad.

Después el Dr. Floyd continúa viaje a la Luna y, de nuevo, el alunizaje se convierte en una coreografía acompañada de "El Danubio Azul". Allí, poco después se desvela el misterio: el Dr. Floyd ha viajado para hacerse cargo de la investigación sobre el insólito descubrimiento de un monolito negro de perfectas dimensiones y fabricación, que se hallaba enterrado en el cráter Tycho y que se descubrió durante un análisis magnético de la superficie lunar, por lo que fue bautizado TMA-1 (Tycho Magnetic Anomaly #1 o Anomalía magnética Tycho número 1). Hasta el momento el monolito se había resistido a cualquier tipo de análisis de su estructura o características y tampoco había demostrado ningún tipo de actividad. Lo que quedaba claro es que se trataba de algo fabricado por una civilización extraterrestre avanzada, que había sido enterrado intencionadamente y que era la primera prueba real de la existencia de vida extraterrestre, por lo que se debía mantener en secreto de momento.

Así, viajan hasta la excavación y bajan a pie hasta el nivel del monolito, maravillándose al ver y tocar algo tan perfecto e insondable. En ese momento está amaneciendo en esa parte de la Luna y el monolito, al recibir el primer rayo de sol desde que fue enterrado, emite una potente señal acústica que deja totalmente aturdidos a los presentes.

 

 

Tercer Acto: Misión a Júpiter

Estamos en 2001 y la nave espacial Discovery viaja hacia Júpiter con cinco tripulantes, tres en hibernación, dos despiertos, David Bowman y Frank Poole, y un superordenador de última generación llamado HAL 9000 que gobierna la nave utilizando inteligencia artificial, lo que también le permite comunicarse con los humanos mediante el habla. La vida a bordo es monótona, comer, dormir, algo de ejercicio, jugar al ajedrez con HAL, comunicaciones de misión y personales con Tierra (con el correspondiente retardo debido a la distancia) y poco más. Nada se dice acerca de la misión, más allá de una exploración del entorno de Júpiter, y no hay ninguna conversación que mencione a TMA-1 o algo relacionado.

 

Sin ningún desencadenante especial HAL 9000 comienza a hacer preguntas y a tener conversaciones un poco fuera de lugar sobre la misión y durante una de ellas se autointerrumpe para anunciar un fallo en una unidad de comunicaciones que podría dar lugar a la pérdida de la conexión con la Tierra. David Bowman sale del Discovery en una de las pequeñas naves esféricas con brazos de manipulación y sale de ella en un paseo espacial para reemplazar la unidad teóricamente averiada. Cuando regresa al interior todos los análisis de la unidad son correctos y desde el control de la misión, con un ordenador gemelo a HAL, tampoco encuentran ningún fallo, lo que pone en entredicho la fiabilidad de HAL 9000.

David Bowman y Frank Poole toman precauciones para que HAL no les oiga hablar sobre la posibilidad de desconectar sus funciones superiores, pero HAL consigue enterarse leyendo los labios de los astronautas, capacidad al parecer no contemplada por ellos.

HAL 9000 vuelve a diagnosticar el fallo futuro de la unidad reemplazada, tomándose la decisión de volver a dejar la original para comprobar si acaba fallando o no, pero a la vez confirmando los problemas de fiabilidad de HAL. En este caso es Frank Poole el que sale a realizar la sustitución, pero cuando ha salido de la pequeña nave esférica, HAL toma control de ésta y la lanza sobre el astronauta, provocando la despresurización del traje espacial y enviándolo lejos del Discovery.

  David Bowman no tiene claro qué ha pasado, HAL parece no saberlo tampoco y Frank no responde, por lo que corre a tomar otra de las pequeñas naves y sale en ella a rescatarlo. Con Bowman fuera, HAL provoca la muerte de los tripulantes hibernados. Bowman consigue llegar hasta Frank Poole, pero ya está muerto, así que lo recoge y regresa al Discovery, pero HAL le niega la apertura del hangar para que pueda entrar, dándose cuenta también de que con las prisas se ha olvidado del casco del traje espacial. Decide intentar una maniobra arriesgada que HAL no cree que pueda conseguir: abandona a Frank Poole en el espacio, abre con los brazos articulados de la pequeña nave una puerta exterior del Discovery y coloca la puerta de su nave orientada hacia la otra puerta, haciéndola explotar para salir disparado hacia el interior del Discovery, donde consigue presurizar la cámara antes de morir.

 

Ya con casco, para evitar la despresurización provocada por HAL 9000, Bowman va a desconectarlo y durante el recorrido HAL parece querer explicar lo sucedido, exculpándose de todo y pidiendo que no lo desconecte. Consigue entrar en una sala con paredes rojas repletas de pequeñas tarjetas que David va extrayendo una a una y que poco a poco van desconectando las funciones de HAL, que mientras sigue suplicando compasión, pero cada vez con más problemas de comunicación hasta que HAL parece retornar a su "infancia", a sus primeras enseñanzas, una canción (Daisy, Daisy de Harry Dacre, 1892)... y "muere".

Al quedar desconectado HAL, se pone en marcha una grabación que pone al corriente a David Bowman de la verdadera misión: la investigación del destino de la señal emitida por TMA-1 en 1999, en un punto cercano a una de las lunas de Júpiter.

 

Cuarto Acto: Júpiter y más allá del infinito

Unos meses después, David Bowman llega a los alrededores de Júpiter en el Discovery y sale en una de las pequeñas naves esféricas a investigar un enorme monolito negro que orbita una de las lunas y que fue el destino de la señal del TMA-1 en 1999. No parece haber ninguna interacción, pero de pronto David comienza un viaje extraño, alucinante y desconcertante, por unos paisajes psicodélicos de luz y color en ocasiones vagamente familiares.

Cambia repentinamente la escena y Bowman se encuentra dentro de la pequeña nave, pero a la vez en el interior de una extraña especie de habitación de hotel de estilo anticuado. Se le ve ya fuera de la nave, en la habitación, intentando entender qué es aquello, para pasar a hacer vida "normal" en aquella rara vivienda. Todo es familiar pero anticuado, el mobiliario y los programas de televisión, pero los libros son solo la portada y la comida de todos los paquetes es siempre la misma. Finalmente en una extraña sucesión, David Bowman se ve a sí mismo cada vez más viejo hasta acabar moribundo en la cama.

Igual de repentinamente, Bowman es ahora un feto dentro de su bolsa amniótica, flotando en el espacio sobre el planeta Tierra en un apoteosis final que, como al principio, utiliza la música de "Así hablaba Zaratustra" de Richard Strauss.

 

 

ALGUNOS GAZAPOS

Existen sin embargo varios fallos, aunque la mayoría son debidos a las limitaciones técnicas en la elaboración de efectos especiales de la época que a errores de bulto.

- El bolígrafo que recoge la azafata durante el tránsito a la estación espacial no gira sobre su centro de gravedad.

- La estación espacial cambia el sentido de rotación durante la secuencia del acoplamiento. Este es un error de continuidad más que físico.

 

El aterrizaje de la cápsula en la Luna remueve el polvo causando turbulencias, lo que no debería ocurrir en un lugar sin atmósfera.

Asimismo el relieve de la Luna es exagerado. Pero es necesario recordar que la película se estrenó un año antes de la misión Apolo XI.

 

Las escenas de la Luna muestran una gravedad más parecida a la terrestre que a la lunar.

Durante la entrevista realizada a medio camino de Júpiter, el entrevistador señala el hecho del retraso de la señal debido a la velocidad de la luz y explica que la entrevista ha sido montada eliminando los tiempos muertos para conveniencia del espectador. Sin embargo, la entrevista abunda en intercambios de breves fórmulas de cortesía que implicarían esperas enormes.

 

La estancia giratoria de la Discovery es tan pequeña que para producir la gravedad apreciada en la película debería girar tan rápido que la aceleración de Coriolis causaría incomodidades insalvables a los astronautas, ya que experimentarían diferentes gravedades en la cabeza y los pies.

No existe consistencia entre el diseño interior de la Discovery y su apariencia externa. Esto es notorio en la forma de las compuertas de las naves auxiliares cuando son vistas desde dentro y desde fuera.

La película explicada en un vídeo en flash

 Video musical  Reconocimiento...

 

 

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