Un famoso tenista,
Guy Haines (Farley Granger), y un hombre rico, Bruno (Robert Walker) ,
coinciden en un tren. El segundo conoce al dedillo todos los detalles de
la vida del tenista por las revistas, sabiendo así que desea divorciarse
de su mujer infiel para casarse con la hija de un senador, para lo que le
propone una solución: intercambiar un asesinato. Bruno matará a la mujer
de Guy (Ruth Roman) y a cambio éste hará lo mismo con el padre de Bruno,
al que éste odia, para poder obtener la herencia, y así nadie sospechará
de los beneficiados. Guy no hace mucho caso del supuesto pacto y se baja
del tren.

Cuando habla con su
esposa para divorciarse (se quiere volver a casar, con la hija de un
senador), ella se niega en redondo.
Tras un breve
contacto telefónico entre ambos,
Bruno lleva a cabo su maquiavélico plan y
asesina sin piedad a la esposa de Guy, mostrado a través de las gafas de la víctima por el maestro Hitchcock.
Sin apenas darse cuenta el joven tenista se
verá envuelto en un crimen sin resolver que lo convertirá en el principal
sospechoso para la policía.
A partir del momento
en el que parece haberse cumplido una parte del pacto, Bruno perseguirá de
forma implacable a Guy para que, de inmediato, cumpla su parte en ese
contrato oral que los dos firmaron...

Con un excelente
trabajo de dirección y su habitual énfasis de los pequeños detalles,
Hitchcock hace que el espectador quede atrapado en la intriga y en los
pequeños detalles, contemplando situaciones inolvidables e incidiendo en
el posible falso culpable.
¡Suspense en estado puro!
Escena:
0:27:33 - 0:28:26 (ESCENA
1)
Un profesor
Universitario, que viene de impartir una conferencia sobre integración, va
bebido y, con su borrachera a cuestas, pretende dar una pequeña clase:
- Me llamo Collins,
profesor en Delaware, acabo de hablar en Nueva York sobre la integración,
en cálculo diferencial se da una función y se obtiene el diferencial,
¿entiende?
- Sí, entiendo.
- ¿De veras? ¡Bah!

Comentario:
Hitchcock, tras leer
la novela de Patricia Highsmith, no dudó en pagar 7500 dólares para
conseguir los derechos cinematográficos de "Extraños en un Tren" y
consiguió convertirla en una de sus obras maestras del suspense. Un joven
tenista es tentado por las proposiciones homicidas de un psicópata que le
ha tocado como acompañante de tren. Hitchcock juega con no
despreciar ni un solo plano, contribuyendo el detalle más insignificante
para crear un ambiente de pesadilla. Son memorables las escenas del
encuentro en el tren en las que con sólo enseñarnos los pies de los
personajes nos los describe perfectamente, el asesinato reflejado en las
gafas de la víctima, la angustiosa escena del encendedor en la
alcantarilla... pero quizá la más espectacular y emocionante sea la del
tiovivo asesino, que revela la extrema habilidad técnica de Hitchcock.

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