MI TÍO  (1958)

(Mon oncle)

Ficha técnica

Duración: 1:50:27

Director: Jacques Tati

Reparto: Jacques Tati (Sr. Hulot), Jean-Pierre Zola (Sr. Arpel), Adrienne Servantie (Sra. Arpel), Lucien Frégis (Sr. Pichard), Betty Schneider (Betty), Jean-François Martial (Walter), Dominique Marie (Vecina), Yvonne Arnaud (Georgette), Adelaide Danieli (Sra. Pichard), Alain Bécourt (Gerald Arpel).

Música: Franck Barcellini y Alain Romans

Fotografía: Jean Bourgoin.

Guión: Jean L'Hôte, Jacques Lagrange y Jacques Tati.

Producción: Jacques Tati

Diseño de producción: Henri Schmitt

Vestuario: Jacques Cottin

Montaje:  Suzanne Baron.

País: Francia

Estreno en Francia: 10 Mayo 1958.

 

 

Ángulos creadores de ambientes. Es el culto al orden geométrico de las cosas. La retícula perfectamente ortogonal de los escenarios, donde la oficina cartesiana  escenifica la burocracia que ahoga al individuo ...

Sinopsis (Advertencia: Esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)

 

En un barrio moderno y anodino, donde todo está excesivamente organizado, viven monsieur Arpel, su esposa y su hijo Gérard, que se aburre soberanamente. La llegada de su tío, monsieur Hulot, un personaje soñador y lleno de fantasía, alterará ese mundo tan aséptico, sobre todo porque no tarda en convertirse en el mejor amigo de su sobrino.

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  00:24:35 -  00:25:13    Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos...   00:28:23 -  00:28:56    (ESCENA 1 y 2)

 

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  00:03:11 -  00:03:40      (ESCENA 3)

En esta ocasión conocemos a la remilgada parentela de Monsieur Hulot (Jacques Tati), los Arpel, a quienes visita con frecuencia en su ultramoderno chalet, muy organizado y ordenado,  provisto de los más avanzados electrodomésticos (sólo la cocina, inmaculadamente blanca, ya es una compleja sala de máquinas donde sentirse perdido) y decorado con un estilo tan vanguardista como poco acogedor y funcional. Cada perro en su sitio.

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  00:30:01 -  00:31:43    Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos...  00:59:40 -  01:01:21     (ESCENAS 4 y 5)

Su oronda y avasalladora hermana –siempre pasando un trapo para eliminar la suciedad inexistente y presumiendo de su vivienda “inteligente” ante los conocidos–, su cuñado –aburrido empresario del plástico, cede a los caprichos de su esposa– y su sobreprotegido sobrino, Gérard –con quien Hulot comparte una entrañable amistad teñida de complicidad, pese a que el padre del niño no lo vea con buenos ojos– forman la típica familia burguesa que cae en los más ridículos comportamientos movidos por la apariencia, ese "querer ser" de cara a la galería y la posesión material como reafirmación de su estatus. Este solterón larguirucho es el elemento que desentona en un ambiente no concebido para él. Su acostumbrada torpeza, junto a sus descuidos, generarán una serie de situaciones calamitosas cuando el Sr. Arpel le ofrezca un empleo en su fábrica y la Sra. Arpel se empeñe en emparejarlo con su sofisticada y boba vecina. Al intentar remediar el entuerto, la buena voluntad de Hulot provocará otras desgracias...

 

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  01:17:36 -  01:18:20       (ESCENA 6)

Pero Tati también es consciente de que cada infraestructura da pie a unas relaciones sociales de distinta índole, y por eso no sólo centra su atención en la relación entre sujeto y objeto, o sujeto y medio, sino también en las conductas y relaciones que nacen en cada entorno.

  Se puede encontrar, además, en la figura del pequeño Gérard una crítica a los sistemas familiares, con esos padres trabajadores que se distancian de sus hijos, más cercanos, afectivamente, a otros parientes como sucede con Hulot y su sobrino.

 

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  00:10:37 -  00:11:40     Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... 00:47:23 -  00:49:13     (ESCENAS 7 y 8)

Para reforzar lo absurdo de las pautas de comportamiento de la clase acomodada, Tati crea un marcado contraste entre dos formas de entender la vida, dos mundos separados por el dinero pero también por la noción de hogar o de tiempo de ocio. Así, en otro punto de la ciudad nos presenta el humilde barrio de Hulot, un ambiente sencillo en el que sobrevive la cordial y vivaracha dinámica de un pueblecito, con sus gentes reunidas en el mercado y las calles llenas de actividad. Nada que ver con el frío e impersonal vacío que reina en la parte alta. Lo mismo se podría decir del edificio donde vive Hulot, antiguo y de acceso difícil, pero lleno de vida, frente al chalet de los Arpel, esnob, gélido y poco práctico.

Sólo activo en directo, en presentaciones y Congresos... Escena:  01:47:08 -  01:49:02     (ESCENAS 9)

En el plano argumental, "Mi tío" dispone de una mayor complejidad que su anterior trabajo, con distintas subtramas que buscan resolverse, paralelismos, oposiciones, metáforas, contrapuntos y más cambios de escenario. También los diálogos, sin llegar a dominar en ningún caso el relato, adquieren una presencia más consistente.

Monsieur Arpel y Gérard van al aeropuerto para despedir a Hulot y allí descubrirán la amistad que debe unir a un padre y a su hijo.

El film concentra algunos de los gags visuales más conocidos de Tati. Por poner sólo unos ejemplos, las mangueras que se convierten en salchichas, el surtidor de agua en forma de pez o el ya mencionado de la cocina.

Observamos una serie de gags completamente vinculados al propio decorado de la acción, tanto en la casa de Hulot (cuando le vemos ascender hasta su piso por el laberinto de escaleras, a través de las aberturas de la fachada) como en la de los Arpel (las sombras en las ventanas redondas que las hacen parecer dos ojos observando el exterior).

  Hulot continúa encontrando en niños y animales un alma gemela, ya sea porque, al contrario que los adultos, le aceptan tal como es e incluso le admiran (su sobrino Gérard), ya sea porque agradecen su bondad (el canario que canta cuando le proporciona la luz del sol), ya sea porque los identifica como seres libres, no atados por las convenciones sociales (los perros callejeros). Por ello, también opone el mundo acartonado de la burguesía y el de la clase trabajadora. En el caso de los niños, a quienes les destina varias secuencias, la casualidad hace que su sobrino se vea seducido por las inocentes trastadas de una banda de pillos. De igual manera, el perro salchicha de su hermana, vestido con una tela de cuadros, se mezcla con los perros vagabundos que buscan comida entre los cubos de basura.

¿Un homenaje al cine mudo?

Comentario:

Con esta nueva incursión humorística, filmada en color, Tati modera un tanto la carga hilarante que prevalecía en disparatadas películas anteriores. El discurso de "Mi tío", aún dejando todavía espacio para la carcajada, cede más terreno a esa sonrisa sostenida que embarga al espectador cuando reconoce la aguda disección que concede la ironía y se siente considerado por el autor como un receptor inteligente y partícipe activo de la obra. El realizador francés levanta aquí una crítica mucho más ácida contra la sociedad moderna, tecnificada y deshumanizada, en base a dos ejes narrativos: la industria de mangueras de su cuñado y la vivienda familiar de su hermana, ese domicilio completamente automatizado puesto al servicio de una nueva clase media-alta regida por lo superficial y lo frívolo, y con unas pretensiones de progreso tecnológico.

Esta prisión mecanizada afecta tanto al obrero como al ama de casa. Véanse los problemas con que se encuentra Hulot cuando entra a trabajar en la empresa de tubos de plástico o intenta conseguir un vaso en la cocina de su hermana.

El uso de planos generales para captar mejor todos los detalles y el clima que se respira en cada lugar, y la atención que se les concede a todos los caracteres secundarios son otras constantes que se repiten.

Película de visionado obligado que se convierte en un divertido bisturí que abre en canal los males de la sociedad moderna sin salirse nunca de los amables márgenes del Universo Tati.

Premios

Oscar Mejor Película de habla no inglesa en 1959,  Premio Especial del Jurado en Cannes’1958 y Mejor Película Extranjera en New York Films Critics Circle Award’1958.

 

 

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© Abel Martín&Marta Martín Sierra